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Dentro de los actos realizados en la vía pública por la Cofradía en Semana Santa, el Lunes Santo ha sido el último en incorporarse al calendario.
Fue en 1971 cuando se acuerda asistir al Vía Crucis que se realizaba en los jardines del Sanatorio Psiquiátrico de Nuestra Señora del Pilar ( calle Domingo Ram, 85 ) respondiendo al ofrecimiento solicitado por el capellán del mismo al Consiliario de la Cofradía. Acudía la sección de tambores al completo y todo los Hermanos que deseasen asistir voluntariamente. Este acto se realizó de manera ininterrumpida hasta 1992, siendo algunos años acompañados por una representación de la Cofradía del Cristo Yacente de Alagón en respuesta a la participación de la Cofradía en la procesión del Domingo de Ramos de la citada villa.
A partir de 1993 se decide crear una procesión que conmemorase exclusivamente las tres caídas que sufrió Jesús en el camino hacia el Gólgota. Era habitual durante la procesión del Santo Encuentro, el Miércoles Santo, dedicar unas palabras a estos pasajes de la Pasión de una manera breve. Por tanto se acude al colegio de Nuestra Señora del Carmen (fundado por las Hermanas Carmelitas de la Caridad) en la calle Madre Vedruna para escuchar una meditación a cargo Don Carlos Parra, viceconsiliario de la Cofradía aquel año.
Exceptuando algún pequeño cambio de recorrido, la procesión del Lunes Santo no sufrió apenas variaciones hasta 2003 y 2004. Durante estos dos años “las Tres Caídas” fueron predicadas en tres puntos distintos como se realizaba el Miércoles Santo. Fueron los siguientes, a la salida de Santa Engracia, en el patio del colegio las Hermanas Carmelitas y al regresar a Santa Engracia. En 2005 se regresó a la predicación única en el colegio.
En 2007, aceptada por la Junta de Gobierno, se decide trasladar la predicación de “las Tres Caídas” a la Iglesia de Santiago el Mayor como recuerdo de las primeras procesiones llevadas a cabo por la Cofradía en las que recorría la calle Diego Castrillo y atravesaba el arco de San Ildefonso para realizar el Santo Encuentro frente al templo mencionado.
Fue en 1971 cuando se acuerda asistir al Vía Crucis que se realizaba en los jardines del Sanatorio Psiquiátrico de Nuestra Señora del Pilar ( calle Domingo Ram, 85 ) respondiendo al ofrecimiento solicitado por el capellán del mismo al Consiliario de la Cofradía. Acudía la sección de tambores al completo y todo los Hermanos que deseasen asistir voluntariamente. Este acto se realizó de manera ininterrumpida hasta 1992, siendo algunos años acompañados por una representación de la Cofradía del Cristo Yacente de Alagón en respuesta a la participación de la Cofradía en la procesión del Domingo de Ramos de la citada villa.
A partir de 1993 se decide crear una procesión que conmemorase exclusivamente las tres caídas que sufrió Jesús en el camino hacia el Gólgota. Era habitual durante la procesión del Santo Encuentro, el Miércoles Santo, dedicar unas palabras a estos pasajes de la Pasión de una manera breve. Por tanto se acude al colegio de Nuestra Señora del Carmen (fundado por las Hermanas Carmelitas de la Caridad) en la calle Madre Vedruna para escuchar una meditación a cargo Don Carlos Parra, viceconsiliario de la Cofradía aquel año.
Exceptuando algún pequeño cambio de recorrido, la procesión del Lunes Santo no sufrió apenas variaciones hasta 2003 y 2004. Durante estos dos años “las Tres Caídas” fueron predicadas en tres puntos distintos como se realizaba el Miércoles Santo. Fueron los siguientes, a la salida de Santa Engracia, en el patio del colegio las Hermanas Carmelitas y al regresar a Santa Engracia. En 2005 se regresó a la predicación única en el colegio.
En 2007, aceptada por la Junta de Gobierno, se decide trasladar la predicación de “las Tres Caídas” a la Iglesia de Santiago el Mayor como recuerdo de las primeras procesiones llevadas a cabo por la Cofradía en las que recorría la calle Diego Castrillo y atravesaba el arco de San Ildefonso para realizar el Santo Encuentro frente al templo mencionado.
Las primeras noticias de la procesión del Santo Encuentro en Zaragoza, se remontan a 1815, organizado por miembros de la Venerable Orden Tercera de San Francisco, instituida en el convento de San Francisco (en la actual Plaza de España). Desde 1835 a finales de siglo, las noticias son poco concretas, si bien no dejo de celebrarse. A partir de 1901, se celebraba en la tarde del Martes Santo. Una procesión salía de la Iglesia de San Pedro Nolasco, con la imagen del Señor con la Cruz a cuestas, y en la iglesia del Seminario de San Carlos, esperaba la procesión de la Virgen, y efectuaban propiamente dicho el Encuentro, regresando con ambas imágenes al punto de partida. Así sucedió hasta 1931.
La Cofradía de Jesús Camino del Calvario realizó su primera procesión en Miércoles Santo el año 1941. Finalizada la bendición del nuevo paso de “La Caída” se parte de la Iglesia de Nuestra Señora de la Misericordia hacia la explanada que había delante de Santiago el Mayor. Allí, tal y como se había decidido con la Cofradía de la Virgen de los Dolores (sección de la Hermandad de San Joaquín ), se lleva a cabo el Encuentro entre Jesús y María rememorando el acto perdido durante la guerra. Ambas Cofradías entraron por cada uno de los lados de la Iglesia y se fueron aproximando hasta quedar enfrentadas. Posteriormente entraron al templo para asistir a una misa y después regresaron juntas hasta la Iglesia de Santa Isabel donde finalizaron la procesión.
Estos primeros años la cofradía iba acompañada por la Banda de Tambores y Cornetas de Aviación y la Banda Provincial o la Banda de la Academia General Militar. Cabe destacar también que durante años en la vuelta a “San Cayetano” se predicaban de manera conjunta “los dolores” y previo al Encuentro se realizaba un Vía Crucis. Cabe recordar como anécdota en lo concerniente al regreso conjunto a la Iglesia de Santa Isabel que en el año 1951 se unió a la procesión en la calle Alfonso I la Cofradía del Prendimiento del Señor y en 1952, además de la cofradía escolapia, la Cofradía de la Coronación de Espinas.
1958 es un año de gran importancia. Por vez primera el paso de Jesús con la Cruz a Cuestas participa en la procesión del Santo Encuentro, hasta ahora solo lo hacía el Viernes Santo en el Santo Entierro. Al finalizar su bendición en Santa Isabel, debido a la reforma que había sufrido, sale en procesión custodiado por la guardia romana en silencio y con las luces apagadas hasta la iglesia de San Gil, nueva sede de la Cofradía desde 1946. Se le había acoplado un equipo de megafonía desde el cual se rezaba un Vía Crucis de camino al encuentro de la Virgen. Ese año el Santo Encuentro se realizó en la plaza del Portillo y al regresar por General Franco (actual Conde Aranda ) la predicación de “los dolores” entorpecía el paso de los tranvías debiéndose apartar los cofrades para que adelantasen los vehículos a la procesión. Presidía el acto el alcalde de la ciudad Gómez Laguna y al ver la situación sugirió trasladar el Santo Encuentro a la plaza del Pilar para los años siguientes.
En 1961 se realizó en la plaza San Pedro Nolasco una predicación de las Tres Caídas antes de acudir al Pilar. Ésta se repitió en 1962 incorporando además por primera vez 12 tambores y 3 timbales tocados por Hermanos. Ese mismo año se habían cambiado las ruedas metálicas del paso de La Caída por unas de goma. Decisión que conllevó el eliminar unos carriles específicos que se habían realizado dentro de San Gil y el guardar el paso fuera de la Iglesia en un garaje próximo hasta el comienzo de cada procesión. En 1963 y 1964 la predicación de las tres Caídas se realizó en la plaza San Carlos. En 1965 se decidió conmemorarlas en la misa previa a la procesión.
A partir de 1968 la Cofradía realiza un Vía Crucis por las calles adyacentes a “San Cayetano” con el paso de Jesús con la Cruz a Cuestas y la Cruz una vez finalizada la procesión del Santo Encuentro. Sirva como anécdota mencionar que ya se ponía por aquel entonces un vehículo de apoyo para aquellos hermanos enfermos que querían seguir la procesión.
Desde 1978 hasta 1984 el Santo Encuentro se realizó en la plaza de La Seo.
Entre los años 1981 y 1987 la Cofradía de Jesús Camino del Calvario participó en la procesión del Santo Entierro de Calanda los Sábados Santos. Por este motivo el miércoles acompañaban al Santo Encuentro representaciones calandinas de la Cofradía del Encuentro incluso la guardia romana y pretoriana de la villa turolense. El último año mencionado, 1987, se realizó el Encuentro otra vez en Santiago y posteriormente una pequeña predicación de las caídas en la plaza Sas. Al año siguiente se volvería al Pilar.
1989 conllevó dos novedades, la primera fue subir en procesión por las calles de la parroquia y predicar las Tres Caídas en ellas. El Santo Encuentro tuvo que celebrarse en la plaza de Santa Engracia debido a las obras que lo impedían en la Basílica del Pilar.
Al año siguiente se reincorpora el marco de la Plaza del Pilar como escenario del Santo Encuentro, celebrando además su 50 aniversario. Su orador, D. Ignacio Moreno Bregante fue el primer seglar en predicar con sus palabras el instante en que Madre e Hijo se encuentran camino del Calvario. Con motivo de las bodas de oro se realiza un farol para conmemorar el Santo Encuentro con los escudos de Hermandad y Cofradía, coloquialmente era conocido como “la piruleta”. Lo portaba una de las dos congregaciones en su salida y se intercambiaba en el acto del Encuentro para que fuese llevado por la otra hasta el final de la procesión.
En 1997 con motivo del 25 aniversario de la incorporación de los bombos a la sección de tambores, camino de la Plaza del Pilar en la calle Alfonso I, tocan en solitario la marcha conocida como “la Apache”.
En 2006 se estrenó un nuevo estandarte para el Encuentro realizado conjuntamente por la Hermandad de San Joaquín y de la Virgen de los Dolores y la Cofradía de Jesús Camino del Calvario. Manteniendo la tradición del anterior atributo es portado, aún hoy, media procesión por la Hermandad y media por la Cofradía.
La Cofradía de Jesús Camino del Calvario realizó su primera procesión en Miércoles Santo el año 1941. Finalizada la bendición del nuevo paso de “La Caída” se parte de la Iglesia de Nuestra Señora de la Misericordia hacia la explanada que había delante de Santiago el Mayor. Allí, tal y como se había decidido con la Cofradía de la Virgen de los Dolores (sección de la Hermandad de San Joaquín ), se lleva a cabo el Encuentro entre Jesús y María rememorando el acto perdido durante la guerra. Ambas Cofradías entraron por cada uno de los lados de la Iglesia y se fueron aproximando hasta quedar enfrentadas. Posteriormente entraron al templo para asistir a una misa y después regresaron juntas hasta la Iglesia de Santa Isabel donde finalizaron la procesión.
Estos primeros años la cofradía iba acompañada por la Banda de Tambores y Cornetas de Aviación y la Banda Provincial o la Banda de la Academia General Militar. Cabe destacar también que durante años en la vuelta a “San Cayetano” se predicaban de manera conjunta “los dolores” y previo al Encuentro se realizaba un Vía Crucis. Cabe recordar como anécdota en lo concerniente al regreso conjunto a la Iglesia de Santa Isabel que en el año 1951 se unió a la procesión en la calle Alfonso I la Cofradía del Prendimiento del Señor y en 1952, además de la cofradía escolapia, la Cofradía de la Coronación de Espinas.
1958 es un año de gran importancia. Por vez primera el paso de Jesús con la Cruz a Cuestas participa en la procesión del Santo Encuentro, hasta ahora solo lo hacía el Viernes Santo en el Santo Entierro. Al finalizar su bendición en Santa Isabel, debido a la reforma que había sufrido, sale en procesión custodiado por la guardia romana en silencio y con las luces apagadas hasta la iglesia de San Gil, nueva sede de la Cofradía desde 1946. Se le había acoplado un equipo de megafonía desde el cual se rezaba un Vía Crucis de camino al encuentro de la Virgen. Ese año el Santo Encuentro se realizó en la plaza del Portillo y al regresar por General Franco (actual Conde Aranda ) la predicación de “los dolores” entorpecía el paso de los tranvías debiéndose apartar los cofrades para que adelantasen los vehículos a la procesión. Presidía el acto el alcalde de la ciudad Gómez Laguna y al ver la situación sugirió trasladar el Santo Encuentro a la plaza del Pilar para los años siguientes.
En 1961 se realizó en la plaza San Pedro Nolasco una predicación de las Tres Caídas antes de acudir al Pilar. Ésta se repitió en 1962 incorporando además por primera vez 12 tambores y 3 timbales tocados por Hermanos. Ese mismo año se habían cambiado las ruedas metálicas del paso de La Caída por unas de goma. Decisión que conllevó el eliminar unos carriles específicos que se habían realizado dentro de San Gil y el guardar el paso fuera de la Iglesia en un garaje próximo hasta el comienzo de cada procesión. En 1963 y 1964 la predicación de las tres Caídas se realizó en la plaza San Carlos. En 1965 se decidió conmemorarlas en la misa previa a la procesión.
A partir de 1968 la Cofradía realiza un Vía Crucis por las calles adyacentes a “San Cayetano” con el paso de Jesús con la Cruz a Cuestas y la Cruz una vez finalizada la procesión del Santo Encuentro. Sirva como anécdota mencionar que ya se ponía por aquel entonces un vehículo de apoyo para aquellos hermanos enfermos que querían seguir la procesión.
Desde 1978 hasta 1984 el Santo Encuentro se realizó en la plaza de La Seo.
Entre los años 1981 y 1987 la Cofradía de Jesús Camino del Calvario participó en la procesión del Santo Entierro de Calanda los Sábados Santos. Por este motivo el miércoles acompañaban al Santo Encuentro representaciones calandinas de la Cofradía del Encuentro incluso la guardia romana y pretoriana de la villa turolense. El último año mencionado, 1987, se realizó el Encuentro otra vez en Santiago y posteriormente una pequeña predicación de las caídas en la plaza Sas. Al año siguiente se volvería al Pilar.
1989 conllevó dos novedades, la primera fue subir en procesión por las calles de la parroquia y predicar las Tres Caídas en ellas. El Santo Encuentro tuvo que celebrarse en la plaza de Santa Engracia debido a las obras que lo impedían en la Basílica del Pilar.
Al año siguiente se reincorpora el marco de la Plaza del Pilar como escenario del Santo Encuentro, celebrando además su 50 aniversario. Su orador, D. Ignacio Moreno Bregante fue el primer seglar en predicar con sus palabras el instante en que Madre e Hijo se encuentran camino del Calvario. Con motivo de las bodas de oro se realiza un farol para conmemorar el Santo Encuentro con los escudos de Hermandad y Cofradía, coloquialmente era conocido como “la piruleta”. Lo portaba una de las dos congregaciones en su salida y se intercambiaba en el acto del Encuentro para que fuese llevado por la otra hasta el final de la procesión.
En 1997 con motivo del 25 aniversario de la incorporación de los bombos a la sección de tambores, camino de la Plaza del Pilar en la calle Alfonso I, tocan en solitario la marcha conocida como “la Apache”.
En 2006 se estrenó un nuevo estandarte para el Encuentro realizado conjuntamente por la Hermandad de San Joaquín y de la Virgen de los Dolores y la Cofradía de Jesús Camino del Calvario. Manteniendo la tradición del anterior atributo es portado, aún hoy, media procesión por la Hermandad y media por la Cofradía.
El Viernes Santo nuestra Cofradía participa en la procesión del Santo Entierro organizada por la Muy Ilustre, Antiquísima y Real Hermandad de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y Madre de Dios de Misericordia.
Pocas variaciones ha sufrido dicho acto, en lo concerniente a la Cofradía, desde que en 1938 dieciocho hermanos desfilasen sin hábito portando velas de cera alrededor del paso de Jesús con la Cruz a Cuestas como miembros pertenecientes a la recién fundada Cofradía de Jesús Camino del Calvario.
Durante 1939 y 1940 la Cofradía tuvo su procesión titular el Jueves Santo. Ésta finalizaba en la iglesia de Nuestra Señora de la Misericordia ( Hogar Pignatelli ) y por tanto el Viernes Santo de ambos años se realizó una breve procesión para incorporarse al Santo Entierro.
Fue a partir del año siguiente cuando, tras realizar el Santo Encuentro en Miércoles Santo, nuestra Cofradía finalizará, tal y como ocurre hoy, su procesión en la Iglesia de Santa Isabel sin necesidad de realizar ningún acto previo el Viernes. Aquellos primeros años en los que la Cofradía desfilaba con su nuevo paso de “La Caída” era acompañada por la Guardia Pretoriana, Marías de Sagrarios, Obra de San Juan, Orden de San Francisco, Santa y Real Hermandad del Refugio y Piedad y la Hermandad de San Cosme y San Damián.
En 1974, al haber llegado un acuerdo con “la Sangre de Cristo” para el traslado de la talla de Jesús con la Cruz a Cuestas ( Tomás Llovet,1818 ) a la nueva sede ( Basílica de Santa Engracia), al final de la procesión del Santo Entierro y tras dejar el paso de “la Caída” en la iglesia de Santa Isabel se acompañó, al igual que se realiza en nuestros días, al Cristo hasta Santa Engracia para dejarlo en ella y que recibiese culto durante todo el año.
Pocas variaciones ha sufrido dicho acto, en lo concerniente a la Cofradía, desde que en 1938 dieciocho hermanos desfilasen sin hábito portando velas de cera alrededor del paso de Jesús con la Cruz a Cuestas como miembros pertenecientes a la recién fundada Cofradía de Jesús Camino del Calvario.
Durante 1939 y 1940 la Cofradía tuvo su procesión titular el Jueves Santo. Ésta finalizaba en la iglesia de Nuestra Señora de la Misericordia ( Hogar Pignatelli ) y por tanto el Viernes Santo de ambos años se realizó una breve procesión para incorporarse al Santo Entierro.
Fue a partir del año siguiente cuando, tras realizar el Santo Encuentro en Miércoles Santo, nuestra Cofradía finalizará, tal y como ocurre hoy, su procesión en la Iglesia de Santa Isabel sin necesidad de realizar ningún acto previo el Viernes. Aquellos primeros años en los que la Cofradía desfilaba con su nuevo paso de “La Caída” era acompañada por la Guardia Pretoriana, Marías de Sagrarios, Obra de San Juan, Orden de San Francisco, Santa y Real Hermandad del Refugio y Piedad y la Hermandad de San Cosme y San Damián.
En 1974, al haber llegado un acuerdo con “la Sangre de Cristo” para el traslado de la talla de Jesús con la Cruz a Cuestas ( Tomás Llovet,1818 ) a la nueva sede ( Basílica de Santa Engracia), al final de la procesión del Santo Entierro y tras dejar el paso de “la Caída” en la iglesia de Santa Isabel se acompañó, al igual que se realiza en nuestros días, al Cristo hasta Santa Engracia para dejarlo en ella y que recibiese culto durante todo el año.
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