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Basílica Parroquia de Santa Engracia C/ Castellano, Nº 1 - 50001 Zaragoza

ETAPA DE SAN GIL 1946-1969

Esta etapa la podemos considerar como la del asentamiento, ya que al tener sede propia, la Cofradía pudo organizar sus propios actos litúrgicos, valga como ejemplo que desde 1948 se tomó la decisión de celebrar una misa rezada todos los cuartos domingos de cada mes a la que se aconsejaba la asistencia de todos los hermanos; y también es la del lento crecimiento pues desde aquellos 20 hermanos de 1938, 37 hermanos en 1939-40, llegamos a los 200 en 1969.

Durante el periodo que va desde 1946 hasta 1969, es decir en un periodo de 23 años, la Cofradía estuvo regida por cinco hermanos mayores, que van en este orden, Severino Arruebo Mercier, Vicente Roca, Carlos Guillén – en su segundo mandato-, Antonio Sánchez Candial –tres mandatos, ya que estuvo 9 años- y Rafael María Sanz –dos mandatos-, de manera que podemos deducir fácilmente a tenor de estos datos que los hermanos fundadores siguen teniendo un gran peso, ya que son ellos los que repiten varios mandatos y además entre todos ellos suman un total de 16 años de ese periodo de 23. Pero también queda claro la presencia de los nuevos hermanos, ya que D. Vicente Roca, sin ser fundador es de las primeras hornadas de hermanos de la Cofradía y fue Hermano Mayor desde 1949 hasta 1953; mientras que la presencia como Hermano Mayor de D. Rafael María Sanz es sinónimo de nuevos tiempos que culminará en el traslado a Santa Engracia, este último Hermano Mayor ocupó la dirección de la Cofradía desde 1964 hasta 1969.

En 1947 se plantea la inquietud de crear una Sección Infantil, ya que la mayor parte de los hermanos tienen hijos y familiares menores de edad a los que estarían encantados de sumar a su Cofradía. Para poder hacerlo se tienen que modificar los Estatutos, ya que según estos, en su artículo 3 capítulo 2, solo podían pertenecer a la Cofradía los mayores de 18 años. De manera que se solicita el cambio de estos, y tras debatirlo en los capítulos de ese año, se encarga al Hermano Cetro, que era el hermano D. Luciano Grima, la elaboración de un punto de partida para el reglamento y funcionamiento de la nueva Sección. Así que finalmente pasada una década desde la fundación se crea la Sección Infantil, saliendo por vez primera en nuestros recorridos procesionales en 1948. Durante aquellos años se diferenciaba a los infantiles entre aspirantes y activos. Además se nombra responsable de la sección al hermano Luciano Grima y por supuesto se estrenará nuevo hábito para los infantiles.

Las Hermandades y Cofradías que forman la Semana Santa zaragozana viven con intensidad el inicio del año de 1949, ya que se lleva a cabo, por parte del Rvdmo. Sr Arzobispo de Zaragoza D. Rigoberto Domenech, una ejemplar labor organizativa y de unión en pos de conseguir una semana santa más solemne y en la que todas las Cofradías estén involucradas. Para ello el citado arzobispo y el presidente de la Hermandad de la Sangre de Cristo, D. José Mª. García-Belenguer consensuarán y redactarán un documento en el que se impone la afiliación de todas las Cofradías y Hermandades en la Sangre de Cristo. Además esta labor organizativa tiene como culminación la creación de la Junta Coordinadora de Cofradías de Zaragoza.

En 1950 con motivo del encargo del que será nuestro primer guión, la Junta de Gobierno que dirige el Hermano Mayor D. Vicente Roca decide cual va a ser nuestro emblema: una cruz en posición vertical orlada con una corona de espinas en la parte interior del brazo transversal y tendrá que ser bordado en hilo de seda sobre fondo blanco. El encargado de buscar modelos para nuestro emblema fue el hermano Gregorio Monteagudo. No obstante la homogenización de todos los hermanos en llevar el emblema en el costado izquierdo del hábito a la altura del corazón costo dos años.

El guión fue donado por D. Jesús Alcañiz Palacios y fue estrenado en 1951 el Miércoles Santo en la Procesión del Santo Encuentro. Además el hermano D. José Minguell Gasso donó dos faroles octogonales que desde este momento cumplirán la función de faroles cabeceros. Ambos donantes fueron sus portadores hasta que por fallecimiento y salud no pudieron llevarlos. Estos cambios hicieron que la Junta de Gobierno de la Cofradía decidiera convertir la que hasta ese momento era nuestra Cruz Guía en Cruz In Memoriam. En este mismo año salieron por última vez las tres mujeres que había en nuestra Cofradía.

En 1953 a D. Vicente Roca le sustituye como Hermano Mayor D. Carlos Guillén quien ya había sido Hermano Mayor durante una parte de nuestra etapa en San Cayetano. La Hermandad de la Sangre de Cristo ante el fallecimiento ese año de nuestro hermano fundador y cabecero del paso de la Caída, D. Jorge Guillén Borruey, elige como nuevo cabecero a su sobrino Fermín Guillén Señor, quien también era hermano fundador. Además la Cofradía ve como la citada Hermandad nos permite seguir controlando el paso de Jesús Camino del Calvario, ya que conseguimos que se nombrase cabecero de este paso a Luciano Grima que tuvo que dejar de desempeñar el puesto de Hermano Cetro y que ocupó con orgullo esta nueva tarea ya que conocía los problemas de sacar el paso el Viernes Santo con la Hermandad de la Sangre de Cristo, de esta manera él se encargará de buscar los portadores, de vestir a éstos, además de adornar el paso –por lo general se cogían flores del paso de la Caída- y solucionó los inconvenientes que este paso tenía con la iluminación.
El nombramiento del hermano Antonio Sánchez Candial en 1954 como Hermano Mayor, abre el periodo más dilatado en que un hermano estuvo dirigiendo los designios de nuestra Cofradía, ya que ocupo este cargo de manera ininterrumpida hasta 1964. Antonio Sánchez era un hombre de gran valía organizativa, ya que venía de dejar de ser el presidente de la Federación Aragonesa de Futbol, cargo que había ocupado desde antes de la Guerra Civil, de manera que era un hombre capaz de aportar muchas cosas a nuestra Cofradía.

Antonio Sánchez conseguirá que Severino Arruebo sea nombrado Hermano Honorario en 1956 y buscó terminar de zanjar las posibles diferencias que aun quedasen dentro de la Cofradía sobre la titularidad de los pasos, ya que mueve todas sus influencias para intentar que la Cofradía no deje de controlar el paso de Jesús Camino del Calvario. De hecho en 1957 y merced a la gran amistad que le une con el Hermano Cetro de la Sangre de Cristo de ese año, D. Alfonso Solans Serrano consigue que la Cofradía obtenga en la persona de Luciano Grima el privilegio de ser el Luminero o mantenedor del paso de Jesús Camino del Calvario de forma perpetua.

Entre Sánchez Candial y Grima, junto a la connivencia de Alfonso Solans y del secretario de la Hermandad García Matinón, dirigieron una compleja reforma del paso de Jesús Camino del Calvario. de manera que se convertirá el paso de la escena de la pasión de Jesús Camino del Calvario en un paso de una sola figura, la de Jesús con la Cruz a Cuestas, ahí reside su complejidad –no en la eliminación de figuras sino en el concepto nuevo de dejar el paso en una sola figura-. Además se procede a sanear la plataforma del paso y poner un túmulo para elevar la imagen de Jesús con la Cruz. Este cambio permitía que no se restase ni un ápice de protagonismo al paso de la Caída y dotaba de una gran singularidad y elegancia al paso de Jesús con la Cruz a Cuestas. Para darle más realce el metalista Don Luis Quintana Aragonés construyó las tres potencias de la imagen titular y una gran cruz metálica para la Procesión.

Así que el Miércoles Santo de 1958 cuando llega el momento del traslado del remozado paso desde San Cayetano hasta San Gil, tanto la Hermandad de la Sangre como el resto de nuestros hermanos ven con sorpresa el mayúsculo cambio del paso y es de suponer que se levantarían miles de comentarios al respecto. Antes de su traslado el capellán de Santa Isabel bendijo el paso. La gran aceptación por parte de los cofrades y de los fieles zaragozanos, junto a los elogiosos comentarios que se recibió sobre la reforma en la prensa zaragozana debieron calmar el enfado de la Hermandad y probablemente servir de reconocimiento de lo acertado de la reforma. Desde este año y por vez primera la Cofradía portó el Viernes Santo los dos pasos juntos tal como lo hacemos hoy. A pesar de las reformas el paso no pudo entrar, debido a su altura, en San Gil. Se invitó a los portadores que llevaban el paso los viernes santos a pertenecer a la Cofradía, pero estos declinaron la invitación debido a la carestía del hábito.

Ese año de 1958 aún trajo más cambios a la Cofradía. Los jóvenes de la Cofradía, deciden dar un paso adelante y promover la creación de una Sección propia –eligiendo hasta su propia Junta Directiva-, de manera que así los jóvenes obtenían algo de protagonismo y podrán ser escuchados por la Junta de Gobierno. Estos cambios implicaban además reformas estatutarias. Cómo medida de atribución de responsabilidad de cara a los jóvenes decidieron que el presidente de los jóvenes fuese vocal en la Junta de Gobierno. Los jóvenes reunidos en los locales de Acción Católica de la Parroquia de San Gil eligieron como presidente a Emilio Satué y secretario a Manuel Montañés. Aunque comenzaron su andadura como sección sin reglamento y sin estatutos.
En 1959, la Cofradía va a entrar en contacto con una personalidad que va a ser fundamental en nuestra historia. Ante las numerosas ocupaciones de nuestro consiliario D. Camilo Pitarch que le impedían atendernos debidamente se hicieron gestiones para solicitar al arzobispo zaragozano Rvdo. D. Casimiro Morcillo que nos asignase un viceconsiliario. El elegido por la jerarquía eclesiástica fue D. Mariano Mainar Elpuente, recién venido de Jaca y párroco de la Sagrada Familia en el barrio de Torrero. D. Mariano enseguida ejerció su papel de Viceconsiliario, ya que ese año presidió nuestra participación en la Procesión del Santo Entierro.

Fueron los jóvenes, quienes propusieron en 1960 la creación de una banda de tambores al estilo del bajo Aragón. Así que Satué y Montañés buscaron colaboración entre los mayores de la Cofradía, consiguiendo recabar el apoyo de personas claves como Enrique Vililla, Gregorio Monteagudo y Juan Antonio del Cacho. Finalmente, al año siguiente se organiza la banda de tambores, se aprende y se ensaya. De modo que la Junta de Gobierno presidida por A. Sánchez Candial ha dado el visto bueno al nacimiento de la Sección de Instrumentos. Se busco como lugar de ensayos en los primeros tiempos la antigua Feria de Muestras. Ese año de 1961 contó con otra reseñable novedad, es la primera vez que se predican las Tres Caídas durante la Procesión del Encuentro.

La Cofradía por lo tanto se prepara para celebrar en 1962 sus bodas de plata al cumplir su primer cuarto de siglo. Lo hará mediante unas conmemoraciones muy austeras, pero con un acontecimiento especial la primera salida de la Sección de Instrumentos.

1964 es un año fundamental para el devenir histórico de nuestra Cofradía, ya que tras la salida de Sánchez Candial de su responsabilidad de Hermano Mayor y la entrada de D. Rafael María Sanz, la Cofradía que hasta ese momento elegía no sólo al Hermano Mayor sino a toda la Junta, ahora permitirá que el elegido como Hermano Mayor elija a su equipo de gobierno, esto fue refrendado finalmente en el capítulo ordinario del 28 de noviembre de 1964. La primera decisión del nuevo Hermano Mayor es la nombrar Hermano Mayor Honorario a D. Severino Arrruebo.

No podemos dejar de lado que ese año, la Cofradía encargó nuevos faroles en forma de Cruz, ya que al ir a hacer un farol nuevo para simbolizar con los tres faroles en forma de cruz –los dos antiguos y el nuevo- las tres caídas de Nuestro Señor camino del Calvario, se vio que el nuevo destacaba mucho sobre los antiguos de manera que aunque se hicieron diversos retoques se acordó hacer unos nuevos, estos fueron pagados por diversos hermanos –sólo tenemos constancia de la colaboración de José María Navarro Valenzuela-.

En 1965, al terminar la Semana Santa, los hermanos Albareda realizaron una importante reforma, en el paso de la Caída del Señor: eliminaron las figuras de los dos soldados romanos para darle mayor plasticidad y quitarle peso, arreglaron la greca, policromaron y estofaron el resto de las figuras y quitaron los faroles colocados el año anterior pasando la iluminación a tener 32 puntos de luz. Durante 1966 la junta de Rafael M. Sanz nombró Hermano Mayor Honorario a Antonio Sánchez Candial y se reestrena el paso de la Caída.

El año de 1967 fue un año triste ya que fallecieron dos de nuestros fundadores los hermanos Antonio y Jorge Sánchez Candial. Por otro lado la Junta de Gobierno decidió atajar los problemas que la deficiente presentación y la falta de seriedad que les acarreaba la Guardia Pretoriana y deciden no volver a solicitar su participación, de manera que desde 1968 está ya no volverá a custodiar a Jesús con la Cruz a Cuestas en su camino al Calvario hasta el año 2005. También en 1967 en su capítulo del 10 de diciembre se organiza una comisión de 10 personas para elaborar unos nuevos estatutos.
Durante 1968 ante las diferencias de criterio con el Consiliario respecto a la poca asistencia de los hermanos a las Conferencias Cuaresmales y a la forma de tratamiento que este daba a la Procesión del Santo Encuentro, se toma seriamente en consideración el cambio de sede,
Con motivo del cese de D. Mariano Mainar de su cargo de Viceconsiliario al ser trasladado a la Parroquia de Santa Engracia algunos hermanos hablaron con él para ver si podía aceptar que la Cofradía se ubicase allí debido a los problemas que tenían.

De esta forma en 1969 se decide llevar a cabo el cambio de sede, para ello el Hermano Mayor acompañado de Manuel Montañés hablaron con el arzobispado, mostrándoles nuestras intenciones y todas las soluciones posibles. El arzobipo consultó a todas las partes y decidió envía una carta a D. Mariano solicitando que aceptase acoger a nuestra Cofradía en su Parroquia. Finalmente D. Mariano envía una carta al arzobispado aceptando el traslado y admitiendo en Santa Engracia a nuestra Cofradía. El arzobispo mediante una carta fechada el 3 de octubre de 1969 daba el consentimiento y legalizaba los hechos, por tanto el cambio de sede a la Parroquia de Santa Engracia es una realidad oficial.